El Destino
El destino se forja gracias a esa intención espiritual y, cuando ya está construído, todo va a conspirar para que realicemos nuestros objetivos fácilmente, sin esfuerzo.
El esfuerzo personal y la autoexigencia no tienen sentido en este nivel, ya que provienen del ego y no del espíritu.
La autoexigencia nace del miedo de no llegar a un objetivo dado. Es una defensa psicológica que nos saca de nuestro centro interno. Nos bloquea emocionalmente y no nos deja disfrutar del logro alcanzado. Es una de las principales ilusiones del mundo de la tercera dimensión.
Si repasas la historia de tus principales éxitos verás que se abrieron gracias al Amor y sus curiosas historias, que te guían directo hacia lo mejor.
El esfuerzo nace de no estar seguros de esta verdad, por lo cual le adosamos a la situación una carga de ansiedades., preocupaciones, etc. Constituye solamente la expresión de una herida recibida en el pasado y del temor de que la situación presente la reedite. La autoexigencia es entonces una máscara que nos colocamos con la ilusión de prevenir un posible sufrimiento.
¿Por qué es una ilusión? Porque la exigencia se transforma precisamente en una fuente constante de dolor. No solo no nos previene del sufrimiento sino que , precisamente, lo está provocando.
Si abrimos nuestro espíritu veremos que el destino nos busca a nosotros, el destino es magnético: él nos atrae hacia su presencia. El camino a Santiago de Compostela es tan agotador físicamente que es imposible realizarlo, salvo que nos demos cuenta de que debemos dejar que el punto de llegada, nuestro destino final en el viaje nos atraiga hacia si. El que peregrina deja que el destino haga el camino. De esa forma no solo llega a Santiago sino que aprende a vivir con la fuerza magnética del destino personal...
...Lo importante radica en embellecer la vida, allí donde se encuentre, con nuestra contribución personal. En esta instancia también podremos disfrutar del éxito creativo de todos nuestros hermanos, con lo cual seremos capaces de aprovechar toda la obra infinita del amor de nuestro creador...
...El hecho de que tengamos un destino inspira a aquellos que todavía se están debatiendo por encontrar su talento personal...Solamente el acto de convertir al mundo de la materia en parte de la expresión de nuestro ser interno nos abrirá la felicidad primera y última.
Si inviertes tu vida exclusivamente en esta tarea, verás que vale la pena haber venido a este mundo de la materia y que todo lo que te ha acontecido es necesario para que sigas tu destino mas allá de la tercera dimensión.
Nada podrá con el destino que se acerca desde nuestro futuro a bendecirnos.
Bernardo Wikinski
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