Sonetos para mi madre
El mismo aliento que abre las corolas
No bien el alba trae alada al día,
Abre a la luz mi casta poesía
Sobre un campo de tenues amapolas.
¡Oh, devorante amor, que te acrisolas,
en el fuego infernal del alma mía
donde quemé palabras a porfía
para engarzarte en alma de corolas!
Párteme despiadado el corazón
Si es que habrá de nacer de ese dolor
La más pura y sentida poesía
¡Que no alcanza el clamar de mis anhelos
ni toda la belleza de mis cielos
para ensalzar aquí a la madre mía!
Por Dios, iluminada madre mía,
tú simbolizas el amor fecundo
el que sostiene y fortalece al mundo
con firme y abnegada valentía.
Ofertorio de amor, tu eucaristía
la elevan tus dos manos sobre el mundo
iluminando arcanos sin segundo
con llamas de esperanza todavía.
Oh, corazón de madre, arca divina,
donde guardas la mies sin una espina
santificada por inmensa fe.
Apártanos del mal, madre y perdura,
sobre una tierra en paz, más clara y pura
para una eternidad de luz. Amen.
Polo Godoy Rojo
Gracias Ramón!!"
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