Ama! deja que tu alma brille...

Ama! deja que tu alma brille...
Amor Verdadero...amor profundo, trascendental...incondicional

martes, 29 de junio de 2010

Algo sobre el amor...

 Algo sobre el amor
La calidad del amor que recibes es igual a la calidad del amor que te brindas a ti mismo. Esa explosión que sientes en tu corazón cuando te enamoras y se la brindas a otro, es una implosión de tu ser que se ha expandido. Somos amor expandiéndonos y cuanto más pronto te reconozcas como un ser de puro amor, más rápido sanaran tus penas, pues sólo el amor sana.
Nos hiere la ignorancia y el olvido, pero el dolor empieza a desvanecerse cuando comenzamos a descubrir quienes somos en verdad. Somos amor amándonos, expandiéndonos, involucrándonos en el escenario de la vida, siguiendo el juego como si los personajes y actores que se nos presentan fueran diferentes a uno mismo, como si estuviéramos separados.
Somos amor amándonos en los ojos de la persona amada.
Somos amor expandiéndonos en nuestros hijos.
Somos amor celebrando la vida y jugueteando en un laberinto de espejos que sólo reflejan nuestra interioridad.
Somos amor puro aunque no lo sepamos, aunque lo neguemos, aunque soñemos que estamos separados, somos amor.
Y cuando por fin caen las ilusiones que colocamos enfrente como para conocernos, lo único que queda en verdad es sólo amor.
Yo me amo, me estoy amando, estoy siendo amada, te estoy amando, me estás amando, nos amamos.
No importa cómo conjugues el verbo. El corazón sabe sin palabras, el alma las reconoce desde siempre. Y de pronto recuerdas. La vida que late es amor. Ya es hora de dejar caer los velos para ver con el corazón del alma. Nada ni nadie nos detiene.
Te encuentras unido a mi y yo a ti. Somos UNO. Esto es amor. 

Lic. Laura Fichendler
Terapeuta transpersonal

Cuando el telón del ego que cubre tus ojos internos cae, queda el amor desnudo, temblando envuelto en la liviana seda de ese beso no ofrecido, de la mano no extendida,  de momentos no compartidos...queda el amor  al descubierto, solo debes abrazarlo, cuidarlo y darlo incondicionalmente...

El Hombre perfecto

El Bote vacío
Si un hombre está cruzando un río,
y un bote vacío choca con su esquife,
por muy mal genio que tenga
no se enfadará demasiado;
pero si ve en el bote a un hombre,
le gritará que se aparte.
Si sus gritos no son escuchados, volverá a
gritar, una y otra vez, y empezará a maldecir.
Y todo porque hay alguien en el bote.
No obstante, si el bote estuviera vacío,
no estaría gritando, ni estaría irritado.
Si uno puede vaciar el propio bote,
que cruza el río del mundo,
nadie se le opondrá,
nadie intentará hacerle daño.
El árbol derecho es el primero en ser talado,
el arroyo de aguas claras es el primero en ser
agotado.
Si deseas engrandecer tu sabiduría
y avergonzar al ignorante,
cultivar tu carácter
y ser más brillante que los demás,
una luz brillará en torno a ti
como si te hubieras tragado el Sol y la Luna:
no podrás evitar las calamidades.
Un hombre sabio ha dicho:
"Aquel que está contento consigo mismo
ha realizado un trabajo carente de valor.
El éxito es el principio del fracaso.
La fama es el comienzo de la desgracia."
¿Quién puede liberarse del éxito
y de la fama, descender y perderse
entre las masas de los hombres?
Fluirá como el Tao, sin ser visto,
se moverá con la propia Vida
sin nombre ni hogar.
Él es simple, sin distinciones.
según todas las apariencias, es un tonto.
Sus pasos no dejan huella. No tiene poder
alguno.
No logra nada, carece de reputación.
Dado que no juzga a nadie,
nadie lo juzga.
Así es el hombre perfecto:
su bote está vacío.
Chuang Tse
Debemos vaciarnos de todo lo que no sirve y llenar nuestro bote de amor y servicio.  La única luz que  enciende  tu alma es la de la habitación vacía de superficialidad, juicios, odios y pensamientos negativos, pero  repleta de amor incondicional donde el servicio del dar deja plenitud sin huellas...







Huida de la sombra
Había un hombre que se alteraba tanto al ver su propia sombra, y se disgustaba tanto con sus propios pasos, que tomó la determinación de librarse de ambos. El método que se le ocurrió fue huir de ellos.
Así que se levantó y echó a correr. Pero cada vez que bajaba el pie había otro paso, mientras que su sombra se mantenía a su altura sin dificultad alguna.
Atribuyó su fracaso al hecho de que no estaba corriendo con la suficiente rapidez. De modo que empezó a correr más y más rápido, sin detenerse, hasta que finalmente cayó muerto.
No se dio cuenta de que, si simplemente se hubiera puesto a la sombra, su sombra se habría desvanecido, y si se hubiera sentado y quedado quieto, no habría habido más pisadas.
(Fuente: "El camino de Chuang Tzu" de Thomas Merton)

A veces queremos huír de nosotros mismos y miramos hacia "afuera". Debemos saber que solo corregiremos "nuestras sombras" aquietándonos, a la luz de nuestra consciencia...